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๐๐ง ๐๐ฎ๐๐๐ซ๐จ ๐๐ ๐ฅ๐ ๐๐ข๐ซ๐ ๐๐ง ๐๐ ๐ฅ๐ ๐๐๐ซ๐ข๐๐๐.ย Cuando uno migra de forma definitiva, entre los elementos distintivos de la trama del viaje estรก el discernir sobre los objetos que puedes llevar en la maleta. Desde el comienzo, mi esposa y yo decidimos que podรญa quedarse cualquier objeto material, excepto la rรฉplica de un cuadro del pintor holguinero Cosme Proenza sobre la Virgen de la Caridad. Esa obra de arte marca en nuestra casa de Santo Domingo el pequeรฑo espacio de cubanรญa que habita nuestra sala.
Cada 8 de septiembre los cubanos celebramos la Virgen de la Caridad, que es la patrona de la Isla. Tuve la oportunidad de ir varias veces al santuario del Cobre, en Santiago de Cuba, para visitar uno de los sรญmbolos indiscutibles de la Mayor de las Antillas. En uno de esos viajes me detuve para observar las muestras de cariรฑo que tantas personas le regalan a la Madre. Me llamรณ la atenciรณn ver la medalla del Premio Nobel de Literatura que recibiera Ernest Hemingway. Segรบn leรญ en una novela, la que se encuentra en exposiciรณn es una copia, pues la medalla original estรก a buen resguardo.
Cuando Hemingway ganรณ la distinciรณn, hecha de oro de 23 quilates, en 1953, quiso donรกrsela al pueblo de Cuba, en cuya costa norte se ambienta su novela El viejo y el mar. En vez de entregarla al gobierno de Batista, la puso bajo la custodia de la iglesia catรณlica, para que la exhibiera en el santuario de El Cobre, un pequeรฑo pueblo en las afueras de Santiago de Cuba, en la costa sudeste de la Isla. La medalla se mantuvo allรญ hasta mediados de los aรฑos ochenta, cuando unos ladrones rompieron su vitrina y la robaron. La policรญa logrรณ recuperarla a los pocos dรญas, pero la iglesia decidiรณ guardarla en secreto y no arriesgarse a otro robo. Por eso, lo que yo pude observar es una copia.
Maรฑana los cubanos iremos a diferentes iglesias de Santo Domingo. Hay una misa en Claret a las 7:30 p.m. y otra en la Santรญsima Trinidad a las 7:00 p.m. Por una hora escucharemos el โy si vas al Cobre, quiero que me traigas, una virgencita de la Caridadโ. Pensaremos en Cuba, en nuestras familias, y pediremos porque la esperanza arrope a los nuestros y que la realidad social tenga un horizonte distinto al que ha provocado la migraciรณn.
Mi esposa me trajo hace unos meses unas piedritas del Cobre. Tengo una como parte de los amuletos que llevo en la mochila del trabajo. Durante la novena que solemos hacer como preparaciรณn para la fiesta de la Caridad, le agradecemos a Dios el poder estar bien y compartiendo con un pueblo como el dominicano, que a decir del escritor paisano nuestro Luis Beiro: โson personas que siempre tienen abierto el corazรณn para acogerโ. Mientras tecleo este artรญculo en mi mente, abro la puerta de mi hogar y me recibe de frente, casi sonriendo en la pared principal de la casa, ese paisaje de Cuba del cuadro de Proenza con la amada Virgen de la Caridad. ๐๐ง ๐๐ฎ๐๐๐ซ๐จ ๐๐ ๐ฅ๐ ๐๐ข๐ซ๐ ๐๐ง ๐๐ ๐ฅ๐ ๐๐๐ซ๐ข๐๐๐.